PISOUNO es un dispositivo de inestabilidad, de peligro, de supervivencia.
“Si sobrevivo hoy, mañana quizás sea libre”. Un ejercicio de memoria a corto plazo, un terreno sagrado, pero también embrujado. Pisos que son escombros, que son murallas, que son cargas, son superficies, son torres. Es el lugar en el que la rabia, la locura, el placer, la impotencia, la pena, dan vueltas como pájaros hambrientos en busca de lo que no se puede sostener. Es el lugar al que acudo en busca de lo que no soy capaz de responder: “Por qué sobreviví?”